lunes, 14 de junio de 2010

Fútbol, pasión de multitudes

Hay cosas que suceden una vez en la vida; otras las encontramos cuando menos las esperamos y algunas otras despiertan en nosotros una experiencia única tras estar aletargadas tras cuatro años. Son reencarnaciones cíclicas de pasiones y sentimientos cubiertos, flechazos que levantan a un pueblo entero, mostrándolo al mundo como algo más que eso. Significa más que eliminar diferencias raciales o culturales bajo un mismo uniforme, porque el sueño es el mismo; la sensación idéntica. ¡Quién diría que una pelotita pudiera unir a tanta gente!
El Mundial de Sudáfrica ha comenzado adormilado, esperando un despertar del algún genio, o por qué no, quizás llegue de la mano de La Roja, ¿o la llamamos Selección española? Un debate baladí que se ha instalado en la prensa deportiva porque lo que importa no es la forma sino el fondo. Que cada uno la llame como la sienta.
Pero bueno sigamos, la verdad es que el buen fútbol se cuenta con los dedos de la mano, se habla más del ruido de las vuvuzelas que de los goles, más de las pifias de los porteros que de los regates de los delanteros.

Cantar en el Mundial te puede hundir


También es cierto que acaba de comenzar y todavía queda tiempo para que las estrellas den destellos de su clase: que Messi sea el líder de la camada argentina o que Gerrard y Lampard sean el motor y no el ancla de Inglaterra. Pero quedan muchos secretos aún por revelar, el primero de ellos, quizás sea la confirmación de Özil, el nuevo talento teutón.Todo lo que suceda de aquí al final, estará rodeado del sonido de las vuvuzelas, que serán sin duda el buque insignia del mundial como ya lo fue Naranjito en nuestro Mundial del 82.

¿Quién creéis que será el mejor jugador del mundial? ¿Pasará España de cuartos? ¿Será el mundial la consolidación del despertar del fútbol africano? Como dice la canción “Say that we need to say”.


1 comentario:

Neil Mac Lean dijo...

Me gustó. Pero tiempo al tiempo, no seamos impacientes, el mundial de verdad empieza en octavos.