Esta jornada europea nos ha deparado alegrías y decepciones. Alegrías porque pasaron dos de los nuestros y decepciones porque cayeron los otros dos.
Quizás la noticia más comentada es la dolorosa derrota del Madrid en un mausoleo como es Anfield Road, el infierno rojo donde truena la canción, o mejor, el estandarte del Liverpool, "You´ll never Walk alone" . Un 4-0 inadmisible para el mejor club del siglo XX que no supo dar la talla entre los grandes de Europa. Este tropiezo abrirá de nuevo el eterno debate de la defensa blanca, la falta de un central de garantías que ayude a guardar la portería del mejor portero del mundo: Casillas.
Pero lo que resulta más sorprendente es que al final del partido los jugadores deambulaban por el césped, se olvidaron de jugar al fútbol y demostrar el porqué de estar en la plantilla del Madrid. Resulta bochornosa su actitud, cruzarse de brazos y esperar el pitido final del partido, decepcionando a todos aquellos que viajaron para acompañarles en esta eliminatoria y remontar el partido de ida en uno de los mejores escenarios posibles.
Benítez le ganó la estrategia a Juande y le hizo un gran socavón. Deberían salir a comerse el mundo como los siete enanitos de Blancanieves.
Si queréis leeer la crónica del partido os recomiendo la crónica de Juanma Trueba.
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