Los mundiales de atletismo de Berlín finalizaron hace ya bastantes días; sin embargo todavía queda una medalla que colgar. La prueba de los 800 metros femeninos sigue sin tener a la reina del medio fondo.En la carrera, que es donde se tienen que ganar las preseas, y donde se demuestra la calidad atlética, la sudafricana Semenya dominó de principio a fin la prueba, atacando donde tenía que hacerlo y apabullando a las demás atletas. Sin embargo, una final, a priori como otra cualquiera, se ha convertido en un maratón eterno por las acusaciones vertidas desde los medios de comunicación así como por los testimonios de demás atletas que aseguraban que Semenya no era una mujer por su apariencia física, por lo que sentían que corrían en condiciones desiguales.
Discutir por mi parte sobre el sexo de esta atleta sería ridículo, pero sobre lo que sí quiero es aclarar que todos los atletas tendrían que tener una ficha biológica o algo similar en la que tener anotado los valores hormonales, como en el ciclismo ocurre con el pasaporte biológico, en el que poder detectar positivos o estos casos que a veces suceden de hermafroditismo. Si la IAAF, Federación Internacional de Atletismo, falla en estos asuntos que son cruciales al situar o todos en las mismas condiciones, ¿no está desacreditando al atletismo y a sus controles internos?¿Qué nos podemos creer?
El enfoque que se está vertiendo desde los medios de comunicación inculpa a Semenya como si fuera una tramposa cuando lo único que ha ocurrido es que la IAAF ha fallado, porque ya, pase lo que pase, no se podrá cambiar el pasado. Es decir, la pregunta es la siguiente: ¿los atletas no han pasado por unos controles previos al desarrollo de la competición?. Si los exámenes biológicos que se le han hecho a la atleta motivados por su aspecto varonil provocan que la federación la despoje de su oro, la nueva campeona no habrá podido disfrutar del momento, de su himno y del reconocimiento internacional. Si ocurre lo contrario para Semenya la medalla seguirá siendo agridulce por la cantidad de voces que se han alzado en su contra. Cuando a ella le siguen lloviendo palos, la IAAF se lava las manos. Aquí os adjunto la ficha de la atleta Casper Semenya
Discutir por mi parte sobre el sexo de esta atleta sería ridículo, pero sobre lo que sí quiero es aclarar que todos los atletas tendrían que tener una ficha biológica o algo similar en la que tener anotado los valores hormonales, como en el ciclismo ocurre con el pasaporte biológico, en el que poder detectar positivos o estos casos que a veces suceden de hermafroditismo. Si la IAAF, Federación Internacional de Atletismo, falla en estos asuntos que son cruciales al situar o todos en las mismas condiciones, ¿no está desacreditando al atletismo y a sus controles internos?¿Qué nos podemos creer?
El enfoque que se está vertiendo desde los medios de comunicación inculpa a Semenya como si fuera una tramposa cuando lo único que ha ocurrido es que la IAAF ha fallado, porque ya, pase lo que pase, no se podrá cambiar el pasado. Es decir, la pregunta es la siguiente: ¿los atletas no han pasado por unos controles previos al desarrollo de la competición?. Si los exámenes biológicos que se le han hecho a la atleta motivados por su aspecto varonil provocan que la federación la despoje de su oro, la nueva campeona no habrá podido disfrutar del momento, de su himno y del reconocimiento internacional. Si ocurre lo contrario para Semenya la medalla seguirá siendo agridulce por la cantidad de voces que se han alzado en su contra. Cuando a ella le siguen lloviendo palos, la IAAF se lava las manos. Aquí os adjunto la ficha de la atleta Casper Semenya
1 comentario:
A mi me ha dejado perplejo las declaraciones de que es hermafrodita... Podria competir en ambas categorias? O no la deberian de dejar competir en ninguna?
Un saludo.
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